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Esa lenta seducción

No es sólo otra historia de sexo

Aprender a volar es una experiencia extraordinaria. Es un proceso de conocer y conocerse que nos enseña mil cosas y está lleno de dichas, goces y dolores. Pero es también una aventura muy parecida a otra: La seducción y el encuentro con otra persona:

Primeras citas
Los primeros vuelos son como esas salidas de amigos con "esa" persona que todos quieren presentarte. Las primeras salidas son de reconocimiento, de hacer experimentos. Uno se siente medio tonto porque sabe que están ahí para conocerse. Sabe que los demás saben que uno sabe y la otra persona sabe que uno sabe que los demás saben. 
En resumen, todos creen que saben pero nadie tiene idea de que va a pasar.
Con los primeros vuelos pasa lo mismo. Aprendemos a volar sin saber si un día tendremos una cita especial con entidad desconocida, si pasará algo distinto o si no pasará absolutamente nada. Uno pretende interesarse por las formas, las costumbres, los gustos de la otra persona. Pero en realidad el amor a primera vista es muy simple y sabemos que eso que nos llamó la atención en el primer encuentro, sean sus hermosos ojos,  su busto generoso, su trasero anatómicamente perfecto o la forma en que el ala queda ante el sol, todo eso serán nuestro primer gran recuerdo de esta historia de amor que recién empieza.

Nuestros guias de aventura
Salvo las citas a ciegas, que unicamente pueden compararse con hacer el primer vuelo sólo porque el piloto se murió o saltó en paracaídas ( por la intensa emoción y los violentos resultados), nuestros primeros vuelos siempre llevan la compañía de un experto. En la vida real suele ser un amigo o conocido que conoce bien a la otra persona; que nos observa paciente para evitar que cometamos los peores errores ("no le tengas la puerta porque va a pensar que sos condescendiente", "no le ofrezcas pagar a medias porque va a creer que sos un amarrete", "no le mires el traste porque va a pensar que sólo la querés para eso", etc).
En el vuelo es aun peor porque nuestro guía no es sólo un experto sino un ex novio. El instructor sabe todas las manías del Ala porque ya las sufrió (o "disfrutó", si somos celosos) mucho antes que nosotros. Los consejos con que estos guías controlan nuestras vidas van desde lo tierno, "comé liviano la noche antes de volar", lo obvio "abrochate el cinturón", hasta llegar a lo tiránico "Nunca hagas eso, esperá a que me baje así te matás sólo"
.
Hacía la primera cita
Por supuesto que lo que uno desea es justamente "estar a solas" o "volar sólo". Y si bien aprecia esa vocesita que nos respira en la nuca, hay un deseo, cuya intensidad crece exponencialmente con el progreso del curso (en el primer vuelo es muy poco, en los últimos es casi lo único que escucha) de que esa voz se calle de una maldita vez y nos deje disfrutar de la novia en paz.
Y sin embargo, en el vuelo como en la vida hay que esperar. Y antes de que llegue ese momento hay que pasar por una cantidad variable de etapas. 
Con los años y la experiencia estas se acortan, pero los inicios son siempre, tan, tan lentos: Que la primera vez que la tocamos, que la primera vez que nuestras miradas se cruzan, la primera vez que hacemos un giro escarpado sin querer vomitar, nuestro primer aterrizaje que termina sin bomberos que nos sigan. Y así.
Y entonces llega el momento tan ansiado, tan deseado, nuestra primer cita a solas. 
Pero antes, por supuesto, hay que esperar: que este viernes tiene que salir con su mejor amiga y no la puede dejar, que cumpleaños el Tio Enrique y no puede faltar, que le tienen que cambiar una bujía, que hay mucho viento. Estas y otras excusas más son las que el estoico pretendiente debe soportar antes de llegar al momento tan ansiado. 
Y después vienen más, y más, y más, hasta que llega el momento en que uno decide mandar todo al demonio y dedicarse a tareas más agradecidas como chofer de camiones en Irak y entonces si, cuando nos abandona toda esperanza y sólo queda resignarse, entonces llega el momento tan deseado: Llega de verdad!

Primer vuelo a solas
Llegó ese momento y lo esperamos con una mezcla tan grande de miedo, alegria, ansiedad, felicidad, mariposas en el estomago y otras manifestaciones estomocales, que sería hermoso que le pase todo eso a otro, y nosotros podamos disfrutarlo en paz.
Las primeras veces recorren como pocas el campo entero de las experiencias humanas. Van desde lo grotescamente desastroso hasta lo sublimemente maravilloso. Son la unión perfecta entre dos almas gemelas que se consagran en la cúspide del amor físico para hacer algo increiblemente hermoso, o son personas desnudas, torpes, ridículas, tratando que encajen dos piezas que parecen ser ambas cuadradas. El vuelo puede terminar en un gemido de extasis lubricado por ruedas que acarician dulcemente el pasto, o en una pila de escombros donde se mezclan las ilusiones de meses y años con los restos de autoestima y piezas varias que se llevaron al convite: arneses, protección de todo tipo y juguetes como cámaras que por supuesto nunca fueron utilizados.
Pero hay algo que todas las primeras veces tienen en común: son inolvidables!

Siempre recordaremos a nuestro primer amor:Aunque con frecuencia lo dejamos atrás. Es la naturaleza humana. Querer siempre más, más alto, más lejos, más rubia, más dinero, menos años, etc. 
Y sin embargo, mientras abandonamos lento o rápido a esa criatura tan especial, mientras emprendemos otros vuelos más lejos, más alto. O incluso mientras fundamos una vida en común con ella y recorremos juntos los cielos por mucho tiempo. Aun así sabemos que nunca, aunque pasen todos los años del mundo, olvidaremos esa lenta seducción.

Felices vuelos!

Anibal Baranek

Terminología aeronautica

La madurez actual de la aviación nos hace olvidar que hace sólo 300 años los únicos humanos que volaban eran los infelices que se tiraban de las catedrales. Hoy miles de personas están en vuelo permanentemente y existen docenas de formas distintas de hacerlo. Estos grupos se fueron conformando en "tribus" que viven en mundos aparte, con códigos, reglas y hasta palabras diferentes para definir su actividad.
A continuación presentamos un catálogo con ejemplos acerca de como cada grupo piensa en el vuelo:

Una lugar para aterrizar es...
Piloto de Cessna 152: "Un espacio abierto y plano, de pasto, asfalto o arena dura, de unos 500 metros de largo y 30 de ancho. "
Piloto de F-16: "Una pista de al menos 2 kilómetros de largo, y con servicios de seguridad para vigilar su avión construido en 1980 y su tecnología super secreta, bomberos por si tiene emergencia de Hidrazina y cables de frenado por si no funcionan los frenos"
Piloto de un helicóptero Robinson R22: "Un claro de 50 metros"
Piloto de Aladelta: "Un espacio despejado de no más de 50 metros, con cables de alta tensión alrededor para decirle a todo el mundo lo capo que es si sobrevive al aterrizaje"
Piloto de Airbus 340: "Un aeropuerto internacional debidamente declarado ante la OACI, la FAA y otras siglas, con no menos de 3 kilómetros de pista y un buen Free shop para comprar perfumes para su mujer, su ex mujer y sus amantes".

Volar por instrumentos es...
C152: "Volar mirando sólo el altímetro para que su instructor no lo cague a pedos por pifiarle a la altura"
F-16: "Es chequear el HUD (Heads Up Dysplay") que le indica la distancia al blanco, altura, velocidad, ángulo de ataque, Gs que está tirando en el viraje y un timer chiquito contando de 5 segundos para atrás que le indica cuanto falta para que le pegue un misil"
R22: "Es vigilar el torque para que su cacharro maldito no se embale y tenga que hacer otra autorrotación"
Aladelta: "¿¿Que instrumentos??"
340: "Es monitorear el FMC, el RADAR, el ACARS, el TCAS, el MCP y de vez en cuando llamar al control de tráfico para pedir un vector, porque se perdió"

Atención distributiva es...
C-152: "Distribuir la atención entre los instrumentos de la cabina y el exterior, mirando más que nada para afuera para confirmar con los instrumentos lo que le indica la actitud del avión en el horizonte".
F-16: "Es dividir la atención entre cumplir la misión ordenada, chequear el combustible y los parámetros de vuelo y decidir si sigue volando en la Fuerza Aérea o se va a ganar millones a las aerolíneas"
R22: "Es concentrar toda la atención en los comandos de ese maldito que no se queda quieto ni cuando está en el piso con el motor apagado"
Aladelta: "Es dividir la atención entre los cúmulos para buscar las térmicas, mirar el paisaje y sonreír para la camarita que lleva en el lateral del ala"
340: "Es distribuir la atención entre los instrumentos de vuelo, el horizonte por si hay aviones sin transponder, el diario que está leyendo y la tripulante que le cuenta que se peleó con el novio, dedicando a estas tareas el 5,5, 20 y 70 por ciento de la atención respectivamente"

Una navegación es:
C-152: "Hacer un triángulo entre San Fernando, San Antonio de Areco y Zarate. Tiempo total 3 hs"
F-16: "Cruzar el charco (el océano atlántico) entre la base de Langley, USA y la de Mildenhall, Reino Unido, en formación con otros tres aviones, con reabastecimiento en vuelo de un KC-10, tomando pastillas para no dormirse e ingiriendo poco líquido para no tener que usar las bolsitas. Tiempo total 8 hs"
R22: "Ir de San Fernando al helipuerto de Nordelta. Tiempo total 10 minutos"
Aladelta: "Un Cross entre La Plata y Chascomus. Tiempo total 4 horas"
340: "Un vuelo Traspolar Ezeiza-Sydney. Tiempo total 14 horas"

Una aproximación es:
C-152: Inicial, básica y final. Una final de al menos un kilómetro a 60 nudos de velocidad para estabilizarse.
F-16: Inicial para ruptura, luego Inicial, básica y final de 3 kilómetros a 150 nudos de velocidad.
R22: Igual que el -152 pero termina en estacionario sobre la cabecera.
Aladelta: Pierde altura lateral y adelante del punto de toque, hace inicial y básica a velocidad de trim, final en picada por si agarra una descendente.
340: Bloquea el VOR con nivel 050, se aleja 10 millas por un radial, hace viraje de procedimiento y se establece en el ILS Categoria 3C a una VREF de 150 nudos, con los dos pilotos automáticos conectados para un aterrizaje 0/0 (0 visibilidad y 0 de techo de nubes).

Un buen aterrizaje es:
C-152: Lo trae en final deslizando y pelea un viento cruzando de casi 10 nudos! Endereza justo a tiempo para aterrizar primero sobre la rueda del lado del viento, después la opuesta y finalmente la de nariz
F-16: Regresa de un vuelo de entrenamiento donde venció al as de la base y la torre lo deja hacer una pasada a 500 nudos y 200 pies de altura.
R22: Cuando logra terminar el estacionario en el mismo aeropuerto donde lo inició.
Aladelta: Pica en final corta y empuja la barra un momento tarde asique cae parado, pero se le cae el ala y hace un "Wack" contra el piso sin que nadie lo vea.
340: Cuando los pasajeros aplauden en vez de tratar de escaparse por las salidas de emergencia pensando que se estrellaron.
  
Un aterrizaje perfecto es:
C-152: En final corta y con velocidad lo va llamando hasta que las ruedas principales acarician la pista, justo cuando suena la alarma de pérdida y el avión se detiene suavemente. Libera la pista para el Lear que viene en final corta ante el alivio de los salames de la torre, que le dieron turno uno y lo pusieron antes que el reactor.
F-16: Regresa de su primera misión de combate y hace un tonel sobre la pista para decirle a todos que derribó 5 aviones y es un As. Se detiene en la plataforma y sus camaradas lo levantan en brazos y lo depositan frente a Miss Universo que le da las gracias patrioticamente.
R22: Viene haciendo aerotaxi hacia la plataforma y tira justo para quedar en estacionario y plantar los patines perfectamente paralelos en la raya amarilla de la plataforma.
Aladelta: Pica en final corta y empuja la barra en el momento justo, cae parado y con los brazos extendidos en perfecta pose, justo frente a un grupo de alumnas de 5o año del colegio Nuestra Señora de la Represión, que fueron de visita al centro de vuelo.
340: Logra aterrizar su mastodonte de 200 toneladas con un viento cruzado de 30 nudos y ráfagas de 45, apenas rozando el motor 4 (el derecho externo) sin que un infeliz lo escrache en video para que después lo vea todo el mundo en youtube y le pregunten porqué aterrizó tan mal.

Continuará...

 
Anibal Baranek