Amanecer

Amanece tras la noche más larga y maravillosa de mi vida. Sentado en un sofa contenplo el sol naciente. Demasiado cansado para estar despierto, demasiado excitado para dormir, feliz como no lo estuve nunca.
Respiro suavemente con todos mis sentidos atento a ese bulto que llevo apoyado en el corazón.
Un avión despega de aeroparque y desde este piso 12, orientado al Este admiro la belleza del cuadro. La ciudad se extiende ante nosotros, el avión deja una estela y el sol tiñe todo de colores rojisos.
Pero un gemido suavecito me distrae de esa contemplación y miro por enésima vez a ese milagro que duerme en mi pecho. Escucho el respirar cansado de Flor que duerme agotada en la cama de al lado. Acaricio la piel de mi hijo de 6 horas de edad. Disfruto ese tacto especial, escucho los gemidos que hace dormido y siento su corancito latiendo fuerte junto al mío.
Y asi, juntos mi hijo y yo, recibimos la mañana. Empieza un nuevo día.